Es el Comb Filtering parte de la naturaleza de nuestra audición?

Pablo Rabinovich

La importancia de las reflexiones en los pliegues de nuestras orejas

Mujer escuchando ondas acústicas

En mis cursos de Mezcla, uno de los temas que tratamos con sumo detalle es la Fase, su medición en base a la posición angular, su relación con diferencias temporales establecidas por una gran variedad de situaciones, y por supuesto, el famoso efecto generalmente indeseado, conocido como filtro peine, o comb filter.

Algo que siempre me llamó la atención, es que las reflexiones acústicas que solemos evitar al posicionar micrófonos, así como en otras instancias de la producción musical en aquellos casos en los que a causa de las ínfimas diferencias temporales se podría generar un efecto de peine, sean a su vez una pieza clave de nuestra propia estructura auditiva, e incluso formen parte de nuestra anatomía. Y es que en nuestro sistema auditivo estas reflexiones lejos de ser un problema le permiten al cerebro localizar sonidos en el espacio con una precisión asombrosa. En este artículo, vamos a explorar cómo la estructura de nuestras orejas transforma las ondas sonoras, generando llegadas directas y reflejadas que enriquecen nuestra percepción auditiva.


El Rol de los Pliegues del Pabellón Auricular (La Oreja) en la Percepción del Sonido:


Reflexiones y Diferencias Temporales


Además de cumplir con la función de captar el sonido, el oído también es capaz de interpretar su procedencia con una precisión asombrosa. En tal sentido, nuestras orejas (la parte externa del oído) juegan un rol fundamental, no sólo por encargarse de redirigir el sonido hacia el canal auditivo, sino que además, mediante sus pliegues, actúan como un sofisticado colector acústico que modifica las ondas sonoras antes de que lleguen al propio canal.
En este artículo vamos a explorar cómo estos pliegues del Pabellón generan reflexiones de las ondas sonoras, permitiendo que determinadas frecuencias lleguen al canal auditivo tanto de forma directa como retardada (¿alguien de la tribuna dijo filtro peine?), y cómo esto contribuye a la localización espacial del sonido.

Hablemos primero un poco acerca de la anatomía del Pabellón (Oreja, para los amigos):

Sus medidas aproximadas rondan entre 6 y 7 cm de longitud y 3 a 4 cm de ancho en un adulto.
Y como habrás notado, su superficie no es lisa, sino que está conformada por una serie de pliegues y cavidades que interactúan con las ondas sonoras.
Entre los componentes clave se encuentran:

- La Hélice: El borde externo enrollado, que actúa como una barrera inicial para las ondas.

- La Antihélice: Un pliegue interno en forma de "Y" que dirige el sonido hacia el interior.

- La Concha: Cavidad cóncava central, que funciona como un embudo, y concentra las ondas hacia la entrada al canal auditivo.

- El Trago y Antitragus: Pequeños salientes opuestos que modulan la entrada del sonido.

- El Tubérculo auricular: Una protuberancia variable en la Hélice, presente en algunas personas, que podría influir en reflexiones específicas.


Estos pliegues no son aleatorios; su morfología, única en cada persona, filtra las ondas sonoras de manera espacial y frecuencial, y nos ayudan a percibir e interpretar el entorno acústico que nos rodea. De hecho, nuestras orejas transforman el sonido entrante mediante reflexiones, difracciones y atenuaciones, lo que es crucial para la localización auditiva.


comb filtering

Física de las Ondas Sonoras y su Interacción con la Pinna


Para entender cómo opera esta interacción, recordemos algunos conceptos básicos básicos de la acústica. Las ondas sonoras se propagan en el aire a una velocidad aproximada de 343 m/s (a temperatura ambiente). En tanto que la longitud de onda (λ) de una determinada frecuencia se calcula con la fórmula:


λ=v/f


Donde “v” es la velocidad del sonido (en este caso en el aire), y “f” la frecuencia.


En el rango audible humano, aproximadamente establecido entre 20 Hz y 20 kHz, las longitudes de onda varían de unos 17 metros (para bajas frecuencias) a 1.7 cm (para altas frecuencias).


Ocurre entonces que las frecuencias cuyas longitudes de onda son comparables al tamaño de la pinna -pabellón, u oreja- (aproximadamente 3-10 cm, correspondientes a 3-17 kHz) interactúan de manera más significativa con sus pliegues.

Para frecuencias bajas (longitudes de onda largas), las ondas tienden a difractarse alrededor de la cabeza, con una mínima influencia del Pabellón. En cambio, las altas frecuencias, al ser más direccionales, se ven afectadas por las reflexiones generadas en las crestas de la Pinna, como la Hélice o la Antihélice.


Estas reflexiones generan interferencias, ya que las ondas directas llegan al canal auditivo sin obstáculos, mientras que las reflejadas recorren una distancia adicional al rebotar en los pliegues. Por ejemplo, un rebote en la Hélice (a unos 2-3 cm del meato -vaya nombre para la entrada del canal auditivo!-) implica una trayectoria extra de 4-6 cm, resultando en un retraso temporal de:


t= d/v


Donde “t” equivale al tiempo; “d” a la distancia, y “v” a la velocidad.

Por lo que

t= 0,06m/343(m/s)

t= 0,175ms


Este retraso, aunque resulte ser mínimo, es detectable por nuestro sistema auditivo, y por ende por nuestro cerebro.

Para la Pinna, estos retrasos crean patrones de interferencia constructiva y destructiva, que no se perciben como ecos separados (ya que el umbral para ecos es de aproximadamente 10-50 ms), sino como modificaciones espectrales en el sonido.


Reflexiones Directas vs. Reflejadas: La Hipótesis


La hipótesis central de este artículo es que una onda sonora de una frecuencia específica puede llegar al canal auditivo de dos maneras: directamente y a través de reflexiones en los pliegues de la Pinna, con una determinada diferencia temporal. Esto es particularmente evidente en frecuencias altas, donde las longitudes de onda coinciden con las dimensiones de la Pinna.


Esto me lleva a la conclusión de que la Pinna introduce "rutas de retraso" mediante reflexiones, transformando la señal entrante, y por ende, su timbre.

Entonces, una onda que rebota en la Concha o la Antihélice genera una copia retardada que interfiere con la onda directa, creando picos y valles en el espectro de frecuencia.
Partiendo de la base de que las distancias entre los pliegues de la oreja varían a lo largo de sus recorridos, estas interferencias son dependientes del ángulo de incidencia en los planos vertical y horizontal, por lo que sonidos que arriben desde arriba involucran reflexiones diferentes a los que arriban desde abajo, lo que el cerebro utiliza para determinar la elevación de la fuente sonora.


En términos matemáticos, esto se modela mediante la Función de Transferencia Relacionada con la Cabeza (HRTF, por sus siglas en inglés), que describe cómo la Pinna, la cabeza y el torso filtran el sonido según su dirección de procedencia. La HRTF incorpora tanto diferencias interaurales de tiempo (ITD) e intensidad (ILD) como señales monoaurales de la Pinna, donde las reflexiones generan variaciones espectrales únicas.  De este modo, estas reflexiones, combinadas con difracciones, explican los notches en la HRTF humana.


Implicaciones en la Localización Espacial del Sonido


La localización del sonido se divide en horizontal (izquierda-derecha, basada en ITD e ILD) y vertical (arriba-abajo, dependiente de la Pinna).  Las reflexiones en la Pinna nos dan indicios espectrales, que nos permiten percibir la elevación: por ejemplo, un sonido frontal alto atenuará ciertas frecuencias, mientras que uno bajo generará reflexiones distintas.


Podrías experimentar esto ahora mismo, alterando la forma natural de las orejas, moldeándolas o tapándolas en diferentes sectores, y vas a notar cómo se degrada la localización vertical, confirmando de este modo su rol en las reflexiones.
Además, la individualidad de la HRTF explica por qué cada persona "escucha" el mundo de manera única, básicamente, porque no hay dos personas con las orejas exactamente iguales!

Entonces, y como siempre digo en mis clases cuando abordamos este tema, el hecho de que la propia naturaleza de nuestra audición incluya una serie de filtrados y comb filtering, esto, per se, no nos da licencia para que generemos esta situación deliberadamente, ya sea a través de una técnica incorrecta en el posicionamiento de los micrófonos al grabar, o al momento de utilizar efectos en señales estéreo, cuya suma en mono converja en un filtro en peine, pues terminan siendo dos causas y efectos totalmente diferentes!


Pablo Rabinovich


Neve 2254A
By Pablo Panitta August 8, 2025
Una leyenda que sigue sonando!
By Juan Benegas May 14, 2025
Estás pensando en ella. Lo sé. Muchos lo sabemos. Pensás todo el tiempo en ella. - “Que luzca bien, que suene bien, que sea la mejor”- Tenés la esperanza (casi inconfesable) de que esta vez va a superar la belleza que le diste a la anterior. Y.. sí…hubieron otras antes. Pero para vos es como si siempre hubiese sido la misma, la única, tu primer amor. Y no te queda otra que pensar siempre en ella. A mí me pasa lo mismo. Por eso sé que, aunque la llames siempre de diferente modo (porque se presenta a vos con nombres distintos) vos siempre reconocés que es ella. ¿Cómo podría ser otra? Ella, la que a veces se te arrima tímida pidiendo que le enfatices los graves o que le sustraigas (con mucha delicadeza) los medios. La que otras veces irrumpe pateando la puerta de tu estudio y arranca, sin aviso ni conteo previo, con una transiente que te obliga a arrancarte los auriculares de un solo manotazo. O ésa que se muestra como una bailarina de ballet hasta que una subsónica hace estallar los monitores que cuidabas como a dos órganos primordiales de tu propio cuerpo. No importa. Nada importa. Vos le mejorás el look, tanto si llega rockera, rapera, trapera, popera, metalera, tanguera…era… era…¡Era ella!. ¡Es ella! La que sostiene vivo a un mundo hecho de silencios (o de ruidos insoportables). ¡Y vos sos nada menos que el responsable involuntario de vestirla de gala, y aún de desvestirla cuando cierta ropa está demás y oculta sus mejores atributos! Cada mañana te sentás frente a tu PC, entre cables verdaderos y plugins que simulan ser reales y empezás tu tarea única, irremplazable: embellecerla hasta que suene espectacular, sin siquiera cuestionar el estado en que llegó a tus manos. Cuando promedia el día te decís: “Ésta es la mejor de todas”. Y es lógico que atesores esa esperanza, porque no siempre ella viene hasta vos como te gustaría. Como cuando sentís que te llegó sin alma, o peor aún, ¡que nació sin alma! y te ves obligado a adornar su cuerpo vacío, fantasmal: ¡un engendro que nunca debió haber sido! Pero está ahí para deprimirte… pero no. Aun así, surfeando entre umbrales que bajan y envolventes que se adaptan a la increíble ausencia de arte, vos te la ingeniás para ungirla con tu propia visión de lo artístico. Sabés que miles de personas la van a escuchar, la van a disfrutar en compañía, gracias a tus decisiones tomadas en perfecta y total soledad. Y nadie va a pensar en tus horas allí sentado, ni en tus filtros patovicas decidiendo quién pasará y quién no, ni en tus regimientos decompresores poniendo un techo a piquetes de coros enmascarados, ni en tus reverbs escapadas de catedrales góticas, latiendo sutilmente escondidas en el corazón de ella, como si te nombraran sin nombrarte, imponiendo tu sello indeleble sobre miles de oídos alegremente distraídos. Todos bailarán al ritmo de ella y (mal o bien) la cantarán, disfrutarán la fiesta mientras vos volvés a sentarte para recibirla una y otra vez, siempre distinta pero igual , y recomenzar tu tarea de hacedor de lo invisible, sabiendo que no podés quedarte clavado, inmóvil, que tenés que mejorar, avanzar, que tu trabajo no puede terminar espejándose en mezclas de referencia que “vendieron bien”, para que todo siga sonando igual, con las curvas de ecualización esperadas y que ella se repita y reproduzca al infinito según el gusto formateado y congelado de la sociedad o de la industria del ruido secuenciado. A veces también te preguntás “¿Lograré dar una pincelada nueva para que ella pueda seducir desde otro lugar?” Te contestás que sí, y entonces empezás de nuevo. Te sumergís buceando en un océano delimitadores y expansores, como buscando vislumbrar una isla no habitada, desconocida hasta el momento. Pero a veces te decís que no, y querés irte lejos, subirte a un camión de carga sin carga, oteando el otro horizonte, ése que se escapa a medida que avanzás, sólo para dilatar tu propia felicidad. Es cuando encendés la FM a la derecha de tu volante y de repente la escuchás. Sí, es ella, la que masterizaste el año pasado. Y suena tan bien que tu camión emprende una curva de 180 grados, llegando al borde mismo de la cancelación, para regresar otra vez a tu estudio, a la magia de ese sonido que nadie nunca vio, ni podrá ver jamás. Ahora estás terminando tu jornada de trabajo y ella está otra vez en el éter, renovada, entrelazándose entre la gente con su vestido nuevo, audible, intangible como siempre. Descubrís que, a pesar de todo, tu profesión, que creció hasta convertirse en oficio (sí, sabés que el oficio es la evolución de la profesión) es un raro privilegio, aún en un mundo sonoro en evidente decadencia. Emprendés el regreso a tu casa, tranquilo, porque aún existe ella, la que siempre podrá ser mejorada. Mientras caminás lento por la vereda solitaria y poco iluminada de la ciudad que nunca descansa, alguien, que te cruza por causalidad, puede ver la mueca de tu boca, la mueca inequívoca de que aún cansado y con tus ilusiones manoseadas no podés olvidarla. No podrás nunca. Que seguís pensando en ella. Como yo. Como tantos… Juan Benegas (poniéndole alma y piel a los decibeles)
By Pablo Panitta April 28, 2025
Batido en señales sub-Nyquist. ¿Qué onda?
Dither y Noise Shaping. Abordaje práctico
By Pablo Panitta April 5, 2025
Introducción: Al reducir la profundidad de bits de una señal digital (por ejemplo de 24 a 16), se producirá lo que se denomina “ruido de cuantización”. Esto es producto de realizar un “truncamiento” (sacar los 8 bits menos significativos) de la señal de 24 y así llegar a la de 16 bits. A fin de reducir los efectos adversos de este proceso, es que aplicamos una técnica llamada “Dithering”. Este artículo no intenta presentar la teoría detallada del proceso (que por cierto existe mucha bibliografía al respecto), sino darle un abordaje más práctico, el cual es un poco más difícil de encontrar. Dither. Un poco de teoría. Ya dijimos que el “ ruido de cuantización ” es un efecto que aparece luego de haber reducido la cantidad de bits a través del truncado de la señal. La forma de minimizar este ruido de cuantización es a través del proceso de Dithering , el cual es simplemente el agregado de ruido blanco (aleatorio y uniformemente distribuido) a la señal original, antes de la reducción. ¿Agrego ruido blanco para eliminar “ruido de cuantización”? Esto no parece tener mucho sentido. Y es verdad, en una primera lectura esto no parece ser un proceso muy útil. La realidad es que el llamado “ ruido de cuantización ” no es un ruido como tal, sino más bien una distorsión .  Por definición, para que una señal sea considerada como ruido, debe ser aleatoria y, por lo tanto, no debe estar relacionada (correlacionada) con otras variables. Y resulta ser que el ruido de cuantización, si lo está, y su relación es con el nivel de la señal a cuantizar. Por lo tanto, lo que buscamos con proceso de Dithering es cambiar distorsión por ruido . ¿Y por qué esto sería un buen cambio? Bueno, resulta que la psicoacústica humana tolera mejor el ruido que la distorsión . Esta última resulta mucho más molesta y distractiva que el ruido en sí mismo. ________________________________ *1 Importante: El presente trabajo no constituye ninguna representación, recomendación o preferencia hacia ninguna marca o modelo mencionado. No se realiza un ranking de mejor o peor funcionamiento, sino solamente se exponen los resultados. *2 El agregado de ruido a la señal a recuantizar hace decorrelacionar el error de cuantización del nivel de señal, y por lo tanto lo transformamos en verdaderamente ruido en vez de distorsión. Dither. La práctica. A continuación se presentan los resultados de mediciones realizadas con una señal de 24-bits 997Hz a 2LSB (least significant bits) a la que se ha procesado con distintos plugins o DAWs, para convertirla a 16-bits. Como se mencionó anteriormente, con el proceso intentamos bajar la distorsión a costa de un mayor ruido, y por lo tanto podemos medir parámetros relacionados con estos fenómenos, a saber: TD (Total Distortion) y SNR (Signal to Noise Ratio).
A man wearing headphones is sitting in front of two computer monitors.
By Carlos Richter March 27, 2025
Cuál es la relación entre el DAW que utilizás y los recursos de tu computadora?
Plataformas de Streaming
By Carlos Richter November 18, 2024
Análisis del comportamiento de los servicios de streaming en relación a la sonoridad del contenido subido
Canal de consola SSL
By Pablo Rabinovich August 5, 2024
¿Qué hay detrás de los colores de los potes de los ecualizadores de las viejas consolas SSL?
Teletronix LA2A
By Pablo Rabinovich August 5, 2024
El Teletronix LA2A es uno de los compresores más utilizados en toda la historia de la industria discográfica. Conocer un poco acerca de su historia, es un buen punto de partida para acercarnos a su maravilloso sonido!
EMT 140
By Pablo Rabinovich August 5, 2024
El clásico sonido de la EMT 140 sin duda ha dejado una enorme huella en infinidad de álbumes que resultaron ser verdaderos hits. Debido a su tamaño, costo y peso, este es uno de los casos en los que los plugins que la emulan juegan un rol fundamental en la producción actual.
Creando una reverb con la acústica de un baño
By Pablo Rabinovich August 5, 2024
Desde un primer momento los estudios de grabación han intentado emular el realismo de una sala de conciertos. A partir de ahí todo fue pura creatividad. En la actualidad la reverb es un elemento indispensable en la producción musical.